jueves, 9 de abril de 2015

Partes - 1


Creía que era feliz, pero no lo era, lo pensé durante mucho tiempo, lo sentía cada día. Me engañaba y no tuve a nadie que me dijera; “Te estás equivocando”.
 
Recuperé relaciones inertes que jamás vi posible revivir, pasé dos años amando lo que estudiaba, disfrutando de lo que aprendía. Y después con los años, te das cuenta que es lo único de lo que no te arrepientes. No eras ésa persona, o mejor aún, es hora de aceptar que sí. Todo forma parte de ti, tu evolución, quizás sí que fuese aquella chica que pensaba que todo iba bien, que no estaba perdiendo, que cada día ganaba.

Todo iba bien, sin ir, sin bien, sin todo. Nada.

Partes - 2


Y probablemente el sentimiento de hoy sean las carencias de ayer. ¿Por qué lo siento tarde? ¿Por qué no paré de mentirme? Con certeza diré: era necesario para crear el presente, porque ya no tiene carencias del pasado. Quienes me rodean ahora, empezaban a estar, pero en aquel entonces aún no eran. Hoy son y están, hoy por fin soy, no solo estoy.