jueves, 20 de septiembre de 2012

Recuerdos I

A veces no reparamos en expulsar ciertos objetos de nuestra vida. Otros en cambio, ni por sus insignificantes usos desaparecen de esos estantes, armarios, cajones, camas... Los mantenemos año tras año, ahí postrados frente a nosotros... ¿Por lástima a tirar algo nuevo?, ¿Por revelarnos contra el tiempo que pasa sin cesar?, ¿Porque cuando lo miras una y otra vez te trae recuerdos que nunca volverás a vivir?
Son muchas las razones que pueden abarcar nuestros actos, tantas que quizá ni nosotros mismos las sepamos. Conservamos aquellas cosas que nos han hecho dar un vuelco al corazón en algún momento. Guardamos aquellas cartas que alguien con todo su amor y cariño te escribió hace algún tiempo. Protegemos todo aquello por nuestros recuerdos, por nuestra vida, porque nos hace recordar que un día fuimos una parte importante de algo, de alguien. Porque quizás no tengamos a esa persona siempre para recordarle que la queremos con locura. Y por eso, no te tendrán para decirte lo importante que eres para el resto, lo importante que eres para mí. Es la razón de que cada recuerdo que formamos es tan especial, por eso hay regalos caros, y recuerdos baratos.