domingo, 12 de junio de 2011

un instante

Cuando estás feliz no hay nada que pueda estropeártelo. Disfrutas de las cosas más sencillas. Disfrutas de esas personas, de que te abracen, de que te sonrían.
Cuando estás feliz disfrutas de la vida, olvidas qué puede haber en ella para que te haga daño, para dejar en su lugar pensamientos fáciles de simple libertad. De poder dejar de fingir y de que te importe qué sucederá mañana, porque en ese momento estás aprovechando la vida, cada instante que te puede ofrecer. Si eres feliz tan solo un instante, te merece la pena no olvidarle jamás.
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amanece

Quizá el tiempo no pare nunca, o tal vez dé un frenazo de golpe. Lo importante es que no hay espera, no debe haberla, pues no se puede estar deseando que suceda un acontecimiento para poder continuar. Porque cuando tu tiempo decida parar, lo hará para siempre.